Iael Gambini
Tiempo de lectura: 2 minutos
Gracias a este libro puedo afirmar que cambié mi perspectiva sobre la responsabilidad y consecuencia de mis actos. Fue uno de los primeros libros de desarrollo personal que leí, y diría que sigue siendo hasta ahora, de los mejores. Escrito en 1989 por Stephen Covey, mantiene su validez e innovación hasta el día de hoy.
Con seguridad puedo transmitirles que es sumamente sencillo de leer. No sólo porque los conceptos nos interpelan, sino que también porque plantea ejercicios prácticos que develan dónde estamos situados respecto de nosotros mismos.
El Poder de los Pensamientos
Una de las frases que llamó mi atención, citada en el libro y escrita por Albert Einstein, plantea: “los problemas significativos que afrontamos, no pueden solucionarse en el mismo nivel de pensamiento en el que estábamos cuando los creamos”. ¿Cabe duda que el trabajo personal interno, es el que nos brinda capacidades para resolver las cosas de la mejor forma posible? Sería negligente aseverar que no somos responsables de nuestra forma de actuar. Las victorias privadas preceden de las victorias públicas.
Autodominio y Proactividad
Algunos conceptos que destaco: El libro está principalmente dividido en los 7 hábitos que plantea el autor. Los mismos a su vez, se subdividen en hábitos del marco personal (autodominio), del marco interpersonal (relaciones con los pares) y el marco espiritual (propósito). Hoy vengo a traerles algunos conceptos que refieren al marco del autodominio. En la lectura, los primeros 3 hábitos trabajan en aumentar la autoconfianza. No ahondaré en los hábitos per se, sino que quisiera compartir con ustedes conceptos generales sobre el cómo mejorar la confianza en uno mismo.
Como primera premisa, debemos ser conscientes de nuestros actos y asumir nuestras reacciones ante los diferentes estímulos. Entre el estímulo y la respuesta, está la libertad interior de elegir, esa es nuestra mayor fuerza y aquella que sí controlamos. Un individuo con autoconfianza, es una persona proactiva. La lectura plantea que la proactividad no sólo significa “tomar la iniciativa”, sino que se trata de ser responsables de nuestra propia vida. Por ende, que las cosas sucedan es consecuencia directa de la iniciativa que tenemos y de la responsabilidad depositada; entendiendo responsabilidad como la “habilidad para elegir nuestras respuestas” ante diferentes situaciones.
El Impacto del Lenguaje y el Compromiso Personal
Me gustaría plantear ahora la influencia del uso del lenguaje en nuestra confianza. El libro trabaja sobre la importancia del uso de las palabras en nosotros mismos. Bajo esta premisa, cómo nos hablamos es proporcional al resultado de nuestras acciones. Debemos mantener un lenguaje positivo y optimista y no tener un diálogo mental negativo. Presta atención sobre la cantidad de veces que autoimpusiste que no servías para algo o no eras capaz de realizar alguna acción. Debemos ser impecables en nuestras palabras.
Otro concepto interesante que trae la lectura, es acerca del compromiso y la capacidad de comprometernos con nosotros mismos. Para ser personas altamente eficientes y generar disciplina, debemos ser conscientes de que la actitud y el deseo están dentro de nuestro control. Excusarse en justificaciones externas no garantiza que tengamos hábitos básicos de efectividad ni que los objetivos que buscamos se cumplan.
Técnicas para Aumentar la Confianza
Ahora bien, hablemos de cuestiones prácticas. Quisiera compartir contigo dos técnicas que aumentan nuestra confianza. En primer lugar, hablaremos de las afirmaciones. Una buena afirmación tiene 5 características básicas: es personal, es positiva, está en tiempo presente, es visual y emocional. Entonces, bajo estos preceptos, debemos generar la mayor cantidad de afirmaciones diarias posibles; de manera de crear un marco optimista y positivo que ayude al control de nuestras emociones al reaccionar. Verás que tendrás un mayor dominio sobre tus impulsos que podrían haber sido desmesurados.
La segunda técnica es la visualización. Casi todos los grandes exitosos son visualizadores. Antes de hacer algo, lo sienten, lo experimentan y comienzan con un fin en mente. Es recomendable proyectar en todas las áreas de nuestra vida para crear “zonas de confort” interiores. Luego, al estar en la situación real, no te resultará extraña y por ende, disminuirás el miedo y aumentarás tu confianza.
Y tú, ¿dónde y cómo quieres verte?
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